Definiríamos como los 3 ocios de parques urbanos aquellos que conforman su oferta lúdica.
El ocio estático, es aquel que está presente en forma de equipamiento, tales como zonas infantiles o deportivas y que está abierto al público las 24 hrs. sin necesidad de que haya personal atendiendo.
El ocio concesional que estaría conformado por todos los negocios, concesiones o actividades que se instalan dentro del parque y que son operados por empresas (bares, terrazas, alquiler de bicis, barcas Etc.).
El ocio dinámico es aquel que se suele programar de manera puntual o repetitiva dentro de un parque y que requiere de montajes, operarios y organización y una vez terminado desaparece su actividad (carreras populares, festivales, ferias, concentraciones Etc.).
Los tres son importantes y complementarios. Cuanto mayor es el tamaño del parque más importante es su correcta coordinación para que los unos no interfieran en los otros.
Si bien podríamos decir que los “parques vivos” suelen crecer en ocio concesional y dinámico, los pequeños suelen apoyarse en el estático debido a su escasa entidad.
Una correcta gestión de estos ocios implica una disminución en los costes de mantenimiento del parque, ya que parte del espacio público va a ser gestionado o mantenido por otras empresas. Además, incrementará la partida de ingresos del parque en forma de alquileres o cánones.
La inclusión de actividades dentro de un parque, implica su propia difusión que hace de reclamo y publicidad. Las actividades crean sinergias entre ellas (Ej. Un bar atrae a visitantes, que a su vez fomenta el alquiler de bicicletas, que a su vez fomenta el uso de otro espacio y así sucesivamente). Las cooperaciones entre negocios instalados dentro del parque hacen que asuman gastos generales (Ej. Compartir servicios de vigilancia, limpieza, publicidad Etc.) que redunda en una mejora de servicios en general.
Ocio estático
Es significativo saber el tipo de usuario que tenemos en el parque (deportistas, paseantes de perros, personas de la tercera edad, niños con familias Etc.). También es importante darle a cada grupo su espacio y tratar de no mezclar determinados usuarios.
Los niños necesitan espacios para correr y jugar, debemos alejar de su zona los elementos peligrosos como tráfico, desniveles, masas de agua, masas de vegetación frondosas o cualquier elemento que no aporte seguridad. Los padres/madres deben de poder estar sentados orientados a las zonas de juego dejando la parte más vulnerable a su espalda para tener mayor control. Es conveniente realizar un diseño panóptico de las ubicaciones de los adultos responsables.
A veces se ubican zonas de áreas infantiles en lugares que presentan cierto peligro. Esto a veces puede ser debido a muchos factores (proximidad de tráfico, árboles escalables, taludes, vías ciclistas Etc. que pueden provocar accidentes), combinar todos los elementos de seguridad es tarea compleja y no asegura un riesgo cero en la zona.
Los deportistas corredores requieren de vías que no presenten irregularidades (escalones, ramas, barro…) y deben de practicar “running” con cierta seguridad (no mezclarlos con tráfico rodado para evitar accidentes). Los corredores experimentados suelen preferir pavimentos blandos como tierra o arena que mitigan el impacto al correr que sufren las rodillas. Estos pavimentos si bien pueden resultar a veces más económicos, presentan otros problemas de mantenimiento como baches o encharcamientos que también provocan molestias.
Si optamos por instalar un gimnasio al aire libre será importante hacerlo de manera completa, con aparatos para todas las partes del cuerpo, bien iluminado y con amplia visibilidad. Con ello lograremos una demanda de usuarias femeninas para que puedan hacer sus ejercicios con mayor seguridad en horario nocturno (al estar la zona muy bien iluminada y con magnífica visibilidad desde amplios espacios distantes). Es importante dotar a este espacio de fuentes de agua potable ya que los deportistas requieren hidratarse.
Otras pequeñas instalaciones como una señalética educativa (botánica, histórica o cultural) forma también parte del ocio estático ya que convierte nuestro parque en un museo al aire libre. Para este tipo de señalética deberemos optar por señales claras, concisas y apoyadas en pictogramas o dibujos. Cada vez es mayor el número de visitantes en cualquier parque urbano que habla diferentes lenguas (turistas, personas inmigrantes o con deficiencia visual que no puede leer con claridad un cartel).
Foto 4: Tres tipos de carteles. Informativos con pictogramas y textos claros, didácticos con apoyo de códigos QR para descargar en móviles explicaciones añadidas y señalética de vigilancia que ofrece más seguridad a los usuarios que mejora su experiencia de ocio.
Ocio concesional
Llamamos ocio concesional al que normalmente desarrollan concesiones públicas dentro de parque. Aunque a veces son negocios privados que no requieren de contratos públicos para su gestión. Se debe de encontrar un equilibrio entre oferta y demanda, puesto que no hay nada peor que ver un parque con edificios cerrados y vandalizados en mitad de una zona verde.
Es importante que estos negocios estén abiertos al público y ofrezcan servicios al ciudadano que no puede ofrecer la gestión pública (oferta gastronómica, lugares climatizados, aseos públicos, alquiler de bicis, barcas Etc.). Las concesiones deberían de poder ser controladas desde la parte pública. Perder el control sobre las mismas es perder el control sobre el parque. Una correcta gestión global tendrá en cuenta los servicios que se ofrecen, los precios que se aplican y el impacto de la actividad.
No deberían ubicarse negocios que no aportan valor (un bar con precios elevados con un mobiliario precario o mal mantenido). Hay actividades muy novedosas que se pueden instalar en un parque y que ofrecen un nicho de negocio para emprendedores (ej. actividades culturales, instalaciones deportivas, restaurantes, eventos, teatros, salas de exposiciones, entrenamiento de perros, paseos a caballo, Etc.). Todas ellas son actividades que encajan perfectamente dentro de los usos de un parque.
La cantidad de negocios o actividades que pueden instalarse en un parque crece conforme crece los gustos de la población.
Foto 6 y 7: Actualmente se pueden encontrar todo tipo de vehículos de movilidad para desplazarse por dentro de un parque urbano.
Ocio dinámico
El ocio dinámico debe de ser gestionado por una entidad local que conozca el ritmo social de la ciudad. Un parque puede ser el mejor lugar para organizar una carrera deportiva, un concierto, una feria, exposiciones al aire libre, talleres, actividades culturales, medio ambientales, fiestas locales y tantas otras. Este tipo de ocio puede llegar a congregar a miles de personas y debe de medirse las posibles afecciones que pueda provocar. A veces un macro evento en un parque puede hacer morir de éxito la iniciativa. Algunos parques son entornos frágiles y no soportan miles de visitas que generan cientos de kilos de basura, el tráfico de vehículos pesados, el montaje de grandes infraestructuras o música o cortes de viales que afectan a fauna, flora y visitantes, por lo tanto este debe de evaluarse con sumo cuidado.
La correcta combinación de estos tres tipos de ocio aseguran el éxito del parque como un ente vivo y una combinación errónea lo aboca al fracaso.
Cada parque soporta una determinada presión sobre sus infraestructuras (incluyendo flora y fauna). Para determinados eventos se deben de elegir espacios o ubicaciones que soporten la masificación (pavimentos de hormigón, ausencia de vegetación Etc.) lo que provocará un menor deterioro. En un macro evento como una carrera popular, un concierto, un festival, no solo es la presión que ejercen los visitantes, sino la que se ejerce con maquinaria pesada sobre sus instalaciones, camiones, grúas, vehículos de carga Etc. que golpean arbolado, dañan praderas o alteran la normal convivencia de fauna o visitantes.
Hay otros eventos de muy baja presión que son aptos para todo tipo de parques ya que en lugar de realizar una presión negativa, ejercen una positiva (Ej. Recogida de basura por parte de voluntarios que es una actividad ambiental que está creciendo, al igual que la fabricación de refugios, nidos o cualquier otra actividad medio ambiental).
